Del ver al comprender — Interpretación del patrimonio para un turismo con sentido
- Comite Editorial I-PAL
- 16 jun
- 5 Min. de lectura
Durante décadas, la gestión turística ha operado en gran medida bajo una lógica de exhibición: mostrar ruinas, mostrar paisajes, mostrar tradiciones. Sin embargo, en un contexto caracterizado por la sobrecarga de información, la saturación de destinos y visitantes y una creciente demanda por sostenibilidad y regeneración, esta fórmula parece estar mostrando signos de agotamiento. En este escenario, la interpretación del patrimonio podría no solo verse como un recurso complementario, sino asumirse como una disciplina profesional con potencial para redefinir lo que entendemos por experiencia turística significativa, al articular comunicación con sentido, aprendizaje informal, ética ambiental y sensibilidad cultural.

Este artículo propone una reflexión crítica orientada a considerar la interpretación no como una técnica complementaria, sino como un eje articulador de experiencias turísticas significativas, porque si el turismo quiere seguir siendo una actividad culturalmente rica y ambientalmente ética, necesita dejar de solo mostrar para empezar a significar. Ah! Pero mostrar no es algo negativo en sí mismo; es parte del proceso. Pero en el contexto actual, ya no basta. Hoy se necesita ir más allá: interpretar para dar sentido, conectar y transformar.
Interpretar para transformar
La interpretación del patrimonio, entendida en el sentido clásico propuesto por Tilden (1957), busca revelar significados profundos más allá de la simple presentación de datos. En el contexto del turismo, esta práctica no se limita a informar: su propósito es facilitar una conexión significativa entre los visitantes, los lugares y las comunidades receptoras.
No se trata únicamente de transmitir información, sino de favorecer la construcción de significados relevantes para públicos diversos, en contextos específicos y desde marcos narrativos situados.
Esta perspectiva abre múltiples caminos de aplicación práctica que pueden incidir positivamente en distintos aspectos del turismo.
Enriquecer la experiencia del visitante
Uno de los aportes más evidentes de la interpretación es su capacidad para transformar la visita en una experiencia que deja huella. Moscardo (1996) introdujo el concepto de mindful visitor, señalando que una interpretación eficaz puede fomentar la atención plena, la reflexión crítica y el compromiso emocional con el entorno. Este tipo de experiencia no solo mejora la satisfacción turística, sino que aumenta la capacidad del visitante de recordar y valorar lo vivido.
En este sentido, investigaciones recientes han confirmado que una interpretación bien diseñada puede ser un componente esencial en la creación de experiencias turísticas de alta calidad (Ballantyne & Packer, 2011), especialmente cuando se combinan recursos narrativos potentes con estrategias participativas y sensoriales.
Fomentar la conservación
Además del impacto emocional y cognitivo, la interpretación puede tener efectos concretos sobre el comportamiento del visitante. Diversos estudios han demostrado que los visitantes que comprenden el valor ecológico o cultural de un sitio están más inclinados a adoptar comportamientos responsables (Ham & Weiler, 2007). La interpretación, en este sentido, no solo informa sobre normas, sino que explica el “porqué” de su existencia, apelando a la empatía y al juicio ético.
Esto cobra especial importancia en entornos frágiles —como áreas naturales protegidas o sitios de patrimonio mundial— donde una gestión inadecuada puede provocar no solo deterioro ambiental, sino también descontextualización cultural. En estos casos, la interpretación puede ser el puente entre la regulación y la comprensión.
Fortalecer el desarrollo local

Otro campo en el que la interpretación puede ejercer un impacto transformador es el desarrollo territorial. Involucrar a comunidades locales en los procesos interpretativos no solo diversifica las narrativas, sino que promueve la apropiación cultural, la generación de empleo y la visibilización de memorias históricamente silenciadas (Silberman, 2012).
Desde esta perspectiva, la interpretación participativa se convierte en una plataforma de diálogo intercultural y una herramienta para la justicia narrativa, fortaleciendo el reconocimiento de saberes locales y la legitimidad del discurso patrimonial desde dentro del territorio.
Prácticas que limitan el potencial de la interpretación
Pese a su enorme potencial, la interpretación del patrimonio todavía suele ser mal entendida o ejecutada de forma limitada. Identificar los errores más comunes permite mejorar su implementación:
Inundar con información: el exceso de datos sin estructura narrativa dificulta la comprensión y diluye la oportunidad de la “revelación” o de la concreción de significados.
Lenguaje excesivamente técnico o didáctico: si el contenido no se adapta al perfil del visitante, se pierde su potencia comunicativa.
Ausencia de participación comunitaria: diseñar experiencias sin incluir voces locales reduce su pertinencia y legitimidad cultural.
Abuso de tecnología sin narrativa: los recursos digitales, sin un relato sólido, pueden generar desconexión más que interés.
Tratamiento visual superficial del patrimonio: convertir los sitios en “fondos de selfie” desvincula al visitante de su dimensión simbólica.
Falta de evaluación sistemática: sin retroalimentación, las experiencias interpretativas pueden volverse obsoletas o irrelevantes.
Evitar estos errores requiere planificación, formación y una visión profesional de la interpretación como disciplina, no como recurso de animación.
Aportes al desarrollo turístico actual
Frente a los desafíos del turismo contemporáneo —como la estandarización de experiencias, la presión sobre los recursos y la pérdida de autenticidad—, la interpretación del patrimonio puede ofrecer respuestas desde una perspectiva crítica y regenerativa.
Entre sus principales aportes destacan:
Recuperar el sentido del viaje: priorizando el contenido, la reflexión y la conexión emocional por encima del consumo superficial.
Desacelerar el turismo de masas: fomentando experiencias más íntimas, localizadas y respetuosas con los ritmos del lugar.
Redistribuir beneficios: incluyendo a comunidades locales como coproductoras de significados y no solo como proveedoras de servicios.
Articular sostenibilidad, educación y cultura: posicionando la interpretación como herramienta transversal en la planificación y gestión turística.
Como plantea la Organización Mundial del Turismo (UNWTO, 2021), avanzar hacia un turismo más justo, resiliente y alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible requiere no solo nuevas infraestructuras, sino nuevas narrativas. Y en esa tarea, la interpretación del patrimonio ocupa un lugar central que aún espera ser plenamente reconocido.
En este sentido, asumir la interpretación del patrimonio como una disciplina profesional —y no como un recurso accesorio— pudiera contribuir significativamente a transformar los modelos de desarrollo turístico actuales. Porque al final del día, interpretar no es solo contar historias: es permitir que los lugares hablen, que el turista escuche y se reconozca como parte activa de la experiencia.
Si el turismo aspira a ser más que un desplazamiento o una acumulación de lugares visitados, ¿no deberíamos empezar por repensar cómo —y para quién— contamos el patrimonio?
📚 Referencias
Ballantyne, R. & Packer, J. (2011). Using tourism free-choice learning experiences to promote environmentally sustainable behaviour: The role of post-visit 'action resources'. Environmental Education Research, 17(2), pp. 201–215.
Ham, S. & Weiler, B. (2007). Isolating the role of on-site interpretation in influencing visitor behavior at natural areas. Journal of Interpretation Research, 12(2), pp. 5–17.
Moscardo, G. (1996). Mindful visitors: Heritage and tourism. Annals of Tourism Research, 23(2), pp. 376–397.
Silberman, N. (2012). Heritage interpretation as public discourse. In G. Fairclough, R. Harrison, J. H. Jameson & J. Schofield (Eds.), The Heritage Reader (pp. 233–244). London: Routledge.
Tilden, F. (1957). Interpreting Our Heritage. Chapel Hill: University of North Carolina Press.
UNWTO (2021). Tourism and the Sustainable Development Goals – Journey to 2030. Madrid: World Tourism Organization.
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