Planificación interpretativa: qué es y por qué es clave
- Comite Editorial I-PAL
- 22 jul
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En el contexto actual de la gestión del patrimonio, la interpretación ya no puede entenderse como un complemento comunicativo ni como una simple herramienta de divulgación. Hoy más que nunca, la interpretación constituye un componente esencial en ámbitos como la conservación del patrimonio, en la mediación cultural y, por supuesto, en la construcción de vínculos significativos entre los públicos y los lugares. Sin embargo, para que ese potencial transformador se exprese plenamente, es imprescindible que la interpretación sea resultado de un proceso estratégico y deliberado: lo que denominamos planificación interpretativa.

Definición y fundamentos de la planificación interpretativa
La planificación interpretativa es el proceso estratégico de diseñar, organizar y coordinar experiencias interpretativas que conectan a los públicos con el significado de un patrimonio cultural o natural. Este proceso asegura que la interpretación no sea aleatoria ni meramente decorativa, sino que esté alineada con el propósito del sitio.
Según Brochu (2013), “la planificación interpretativa es una herramienta de gestión que ayuda a tomar decisiones conscientes sobre qué decir, a quién decirlo, cómo decirlo y con qué propósito”. Desde esta perspectiva, planificar la interpretación implica establecer una ruta clara, participativa y contextualizada que guíe el diseño de contenidos, medios y estrategias comunicativas en función de los objetivos institucionales.
La importancia de planificar con intención
Una interpretación que no parte de una planificación adecuada corre el riesgo de ser superficial, redundante o, peor aún, contradictoria con los valores del sitio. Entre los beneficios concretos de planificar de manera rigurosa se destacan:
Alineación de los mensajes con los objetivos del sitio (sean de conservación, educación, etc.)
Uso eficiente de recursos financieros, técnicos y humanos.
Coherencia narrativa en todos los puntos de contacto con el visitante.
Inclusión de diversas voces, especialmente de las comunidades vinculadas al patrimonio.
Posibilidad de establecer indicadores claros de evaluación y mejora continua.
Estudios como los de Curthoys y Cuthbertson (2002) demuestran que una planificación bien concebida no solo mejora la experiencia del visitante, sino que también puede fortalecer el compromiso ambiental y social de los públicos.
El modelo 5-M: una estructura metodológica para el diseño interpretativo
Una de las metodologías más utilizadas a nivel internacional para estructurar planes interpretativos es el Modelo de las 5-M, desarrollado por Brochu (2013). Este modelo identifica cinco componentes interrelacionados que deben abordarse de forma integral:
Gestión (Management): Incluye la misión del sitio, políticas institucionales, restricciones normativas y objetivos de largo plazo.
Mensaje (Message): Se refiere a los temas centrales y subtemas que guían la narrativa interpretativa.
Medios (Media): Engloba los canales, formatos y herramientas a utilizar (paneles, guías, apps, teatralizaciones, etc.).
Públicos (Markets): Involucra un análisis profundo de los visitantes reales y potenciales: intereses, conocimientos previos, características sociodemográficas.
Mecánica (Mechanics): Comprende aspectos operativos como el presupuesto, los plazos, el personal, el mantenimiento y la evaluación.
Este enfoque permite adaptar el plan interpretativo a distintos contextos, ya sean naturales, culturales, urbanos o mixtos, manteniendo un marco conceptual sólido y flexible (Brochu, 2013).
Tendencias actuales: hacia una planificación participativa y contextual
En los últimos años, la planificación interpretativa incluye una vision colaborativa, sensible a las realidades sociales y centrados en el respeto por la diversidad cultural y natural. Se pudieran reconocer como buenas prácticas:
El uso de metodologías participativas, como en el caso del Parque Arqueológico San Agustín (Colombia), donde las comunidades locales han co-creado mensajes interpretativos basados en la tradición oral (ICANH, 2016) y los círculos de historia comunitarios, que permiten incorporar narrativas locales al discurso interpretativo (Curthoys, Cuthbertson y Clark, 2012).
La articulación entre interpretación y memoria, como en el Espacio para la Memoria ESMA (Argentina), donde el diseño interpretativo se construyó junto a víctimas, familiares y organizaciones sociales (Jelin, 2017).
La integración intercultural, como en la Reserva Rincón de Santa María (Argentina-Paraguay), donde comunidades indígenas participaron en el diseño de experiencias interpretativas en lengua guaraní, vinculando conservación y revitalización cultural (Mereles & Yanosky, 2015).
La integración entre conservación e interpretación, como en el caso de Volubilis, Marruecos, donde la planificación interpretativa formó parte del plan de conservación de mosaicos arqueológicos (Palumbo, 2008).
La aplicación de procesos interpretativos en entornos urbanos complejos, como en la ciudad de Québec, donde la arqueología pública se articuló con estrategias comunicativas para involucrar a la ciudadanía (Moss, 2018).
Estos ejemplos demuestran que la planificación interpretativa puede (y debe) responder a las complejidades del entorno y de los públicos, adoptando enfoques interdisciplinarios y éticamente comprometidos.
Desafíos profesionales en la planificación interpretativa
A pesar de los avances, aún persisten obstáculos que limitan la implementación de planes interpretativos eficaces:
Presupuestos insuficientes o mal distribuidos.
Falta de formación específica del personal técnico.
Escasa articulación entre interpretación y gestión institucional.
Participación comunitaria simbólica o superficial, y falta de atención a diferencias muy marcadas entre ellos.
Dificultades para diseñar sistemas de evaluación integrados.
Estos retos han sido identificados en diversos estudios de caso y análisis institucionales (Castilleja y Castilleja, s.f.; Ababneh, 2017). Abordarlos requiere un enfoque profesional riguroso, acompañado de marcos normativos que reconozcan el valor estratégico de la interpretación dentro de la gestión patrimonial.
Profesionalización y formación especializada: el compromiso de I-PAL
Conscientes de esta necesidad, desde I-PAL trabajamos en el desarrollo de un currículum profesional especializado en planificación interpretativa, orientado a establecer estándares de calidad y preparar a los profesionales para obtener una certificación regulada.
Este proceso formativo parte de la premisa de que la planificación interpretativa requiere un nivel de conocimiento teórico adecuado, habilidades técnicas, capacidad crítica y sensibilidad ética.
Nuestro objetivo es contribuir a la consolidación de un perfil profesional robusto que pueda liderar procesos complejos, generar impacto social y promover el cuidado responsable del patrimonio natural y cultural.
Y para Reflexionar
La planificación interpretativa no es una fase accesoria ni un documento de mero trámite. Es el núcleo desde el cual se estructura toda experiencia significativa en un sitio. Es, también, la estrategia para fortalecer el vínculo entre las personas, el entorno y la memoria.
Como afirma Brochu (2013):
“El plan interpretativo que crees será la guía para desarrollar la experiencia del visitante. Si se aborda con reflexión, involucrará e inspirará a quienes trabajan en el sitio interpretativo y contribuirá al logro de los objetivos de gestión. En última instancia, la persona que planifica la interpretación puede marcar la diferencia fomentando el sentido de cuidado hacia el recurso.”
Planificar es asumir que la interpretación tiene poder. Y como todo poder, debe ejercerse con intención, con ética y con visión.
Referencias
Ababneh, A. (2017). Situational Analysis of Archaeological Site's Interpretation: Examples from Jordan. SpringerLink.
Bandarin, F. & Van Oers, R. (2012). The Historic Urban Landscape: Managing Heritage in an Urban Century. Oxford: Wiley-Blackwell.
Brochu, L. (2013). Interpretive Planning: The 5-M Model for Successful Planning Projects. Fort Collins, CO: Heartfelt Publications.
Castilleja, M. S. & Castilleja, N. S. (s.f.). Beyond Sustainability: Incorporating Environmental Criteria in Planification, Implementation and Evaluation of Cultural Projects.
Curthoys, L. & Cuthbertson, B. (2002). Listening to the Landscape: Interpretive Planning for Ecological Literacy. Canadian Journal of Environmental Education, 7(2), pp. 223–235.
Curthoys, L., Cuthbertson, B. & Clark, J. (2012). Community Story Circles: Rethinking Epistemology in Heritage Interpretation. Heritage & Society, 5(1), pp. 83–102.
ICANH – Instituto Colombiano de Antropología e Historia (2016). Plan de manejo del Parque Arqueológico de San Agustín. Bogotá: ICANH.
Jelin, E. (2017). La lucha por el pasado: cómo construimos la memoria social. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.
Mereles, F. & Yanosky, A. (2015). Conservación biocultural en el Chaco: experiencias con comunidades guaraníes en Rincón de Santa María. Asunción: Guyra Paraguay.
Moss, W. (2018). Archaeological Practice in Québec City: A UNESCO World Heritage City. Journal of Community Archaeology & Heritage, 5(2), pp. 132–145.
Palumbo, G. (2008). Les mosaïques de Volubilis (Maroc): Planification de la conservation et de la gestion. ICOMOS.