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Interpretación del Patrimonio

América Latina y el Caribe

La Zona de Tolerancia: ¿Y si no lo “entienden”?

Actualizado: 12 jun

Séamos sinceros: esta situación le ha pasado a casi todo intérprete. Usted pone todo su empeño en diseñar una experiencia temática bien elaborada. Genera suspenso, usa la metáfora perfecta, e incluso incorpora el sonido de un trueno lejano. Y luego, alguien se acerca y le suelta algo completamente fuera de lugar como: “¡Estuvo genial! No sabía que los romanos inventaron la quinoa.” 😶‍🌫️


Son precisamente estos momentos en los que el concepto de Zona de Tolerancia de Sam H. Ham deja de ser solo útil… y se vuelve imprescindible.

Comprender nuestra zona de tolerancia, a nivel personal o institucional, no es solo relevante desde un punto de vista filosófico. También es una herramienta esencial para diseñar, evaluar y actuar con conciencia ética.

En Interpretation: Making a Difference on Purpose, Sam Ham investiga qué significa realmente tener éxito como intérprete. No se trata de que todo el mundo repita su tema exacto o recuerde cada hecho que compartió. Se trata de cuánto margen de interpretación está dispuesto a aceptar, y qué hacer cuando los mensajes que la gente se lleva no se acercan en lo más mínimo a lo que se esperaba.


La Zona de Tolerancia es, en esencia, el abanico de significados personales y conclusiones que usted como intérprete o como organización, considera aceptables al finalizar una experiencia interpretativa.
La Zona de Tolerancia es, en esencia, el abanico de significados personales y conclusiones que usted como intérprete o como organización, considera aceptables al finalizar una experiencia interpretativa.

Así que, vayamos al grano. Ya sea que interprete zonas arqueológicas o cultura pop, es muy probable que su audiencia no se lleve el mismo mensaje... y eso no tiene por qué ser un problema.


Primero: redefinamos el éxito

Muchos de nosotros (aunque no lo admitamos) aún arrastramos la noción de que el éxito llega cuando la gente “capta el mensaje”. Pero Ham da la vuelta a esa idea. De acuerdo con su modelo es mejor provocar en luguar que instruir (y sí, recuerde también los principios de Tilden), y entiende el significado no como algo que se entrega, sino como algo que se co-construye.

Desde esta perspectiva, una experiencia interpretativa tiene éxito no cuando la gente repite palabra por palabra nuestros temas, sino cuando inicia su propia conversación interna. Cuando, como dijo George Herbert Mead, “conversan consigo mismos” para darle sentido a lo vivido. Lo que queremos es una serie de respuestas personales que encajen dentro de nuestra temática. Si lo que escuchamos nos hace asentir o sonreír, probablemente esté dentro de la zona.


Pero si ese es el objetivo, debemos hacernos esta pregunta fundamental: ¿Qué tipo de significados estamos realmente dispuestos a aceptar? Y aquí es donde entra en juego la Zona de Tolerancia.


¿Por qué la misma experiencia genera interpretaciones tan diferentes?

En resumen: esquemas mentales (no, no es el nombre de una banda, estamos hablando de conceptos psicológicos).


Los esquemas mentales son estructuras forjadas por nuestras experiencias, cultura, valores, conocimientos e incluso nuestro estado anímico. Son los que determinan qué notamos, qué nos importa y cómo conectamos nueva información con lo que ya sabemos.


Por eso, puede ofrecer un programa magnífico y aun así una persona lo viva de forma profundamente espiritual, otra lo interprete como un llamado a la acción, y otra simplemente lo encuentre muy entretenido. Cada quién lleva sus propios filtros.


Schemas are the "lens" people bring to the interpretive setting
Schemas are the "lens" people bring to the interpretive setting
  • Los esquemas determinan lo que se observa, recuerda u omite.

  • Influyen en lo que se considera interesante, aburrido, útil o irrelevante.

  • Y por eso los significados finales varían de persona a persona.


Como intérpretes, nos esforzamos por diseñar contenidos que conecten con esos esquemas. Pero hay que aceptar una realidad: el esquema siempre tiene la última palabra. Todo lo que presentamos pasa por ese filtro. Y la diversidad interpretativa no solo es inevitable... a veces, ¡es justo lo que queremos!


Debemos reconocerlo: la divergencia interpretativa es inevitable.

Las tres Zonas de Tolerancia según Ham

Dependiendo de sus objetivos, usted puede estar operando, de manera consciente o no, en una de estas tres zonas:


  1. Zona sin restricciones

Zona sin restricciones: Su rol no es explicar, sino provocar reflexión.
Zona sin restricciones: Su rol no es explicar, sino provocar reflexión.

En esta zona, el objetivo principal es provocar pensamiento, no difundir un punto de vista específico. Se contenta enormemente (incluso le entusiasma) que la audiencia se lleve interpretaciones muy variadas e inesperadas.


Ideal para temas complejos, dilemas éticos o experiencias que desafían ideas preestablecidas. Piense en presentaciones tipo debate o narrativas que invitan a la introspección.


🗨️ Tema ejemplo: “Este asunto es complejo. ¿Qué significado tiene para usted?”


2. Zona Amplia

Zona Amplia: Guiar sutilmente hacia el cuidado, la conexión y la valoración.
Zona Amplia: Guiar sutilmente hacia el cuidado, la conexión y la valoración.

Este es el terreno más habitual para los profesionales de la interpretación del patrimonio, la conservación y el turismo. Usted quiere que la audiencia extraiga sus propias conclusiones, pero en un marco positivo, apreciativo y con valores alineados.


Está abierto a distintas interpretaciones, pero con ciertos límites. Está inspirando sutilmente a la audiencia hacia la empatía y la valoración, aunque no lo diga explícitamente.


🗨️ Tema ejemplo: “Este paisaje guarda historias que merecen ser protegidas.”


3. Zona Estrecha

Zona Estrecha: Apuntar a un mensaje claro, cuando la precisión es fundamental.
Zona Estrecha: Apuntar a un mensaje claro, cuando la precisión es fundamental.

En esta zona, está concentrado en transmitir un mensaje específico. Es frecuente en entornos formativos, como campañas de seguridad o promoción de comportamientos concretos.


Tiene objetivos de aprendizaje o gestión muy claros. Y aunque el pensamiento crítico es bienvenido, espera también que haya una comprensión precisa, especialmente cuando están en juego la seguridad, recursos o reputación institucional.


🗨️ Tema ejemplo: “El almacenamiento incorrecto de alimentos atrae osos, y pone en riesgo a todos.”


Un intérprete probablemente tendría varias ZOT, dependiendo de lo que espere lograr con un producto interpretativo en particular. Sam Ham.

 ¿Y si se llevan el mensaje equivocado?

Va a pasar. La interpretación es como cuando su madre lo llama por el nombre del perro, luego el de su hermano, después el de la hija de la vecina… y al final el suyo. Los mensajes mezclados existen. Pero Ham nos recuerda: eso no es un error, es retroalimentación. Y créame, yo también sigo aprendiendo a recibirla con gracia. Usted no está solo/a.


Ham propone un método muy sencillo pero eficaz, llamado thought listing (lista de pensamientos). No se necesita nada sofisticado: basta con preguntar, “¿Qué le hizo pensar esto?” o “¿Qué fue lo que más le llamó la atención?”


Las respuestas ofrecen una ventana al impacto real de su interpretación. Si la mayoría encaja dentro de su zona de tolerancia, ¡excelente! Va por buen camino. Si no, puede que sea momento de revisar su tema, ajustar el enfoque o identificar qué señales pudieron haber llevado a la audiencia en una dirección no deseada.


El lado ético (sí, imprescindible)

Aquí es donde la cosa se aún más interesante. Cuanto más estrecha es su Zona de Tolerancia, más se adentra en la persuasión. Y eso lleva inevitablemente a cuestiones de ética.


Ham lo dice sin rodeos: los intérpretes también tenemos una agenda. Queremos que la gente sienta, entienda, actúe. Pero eso implica una gran responsabilidad.


Si su narrativa busca influir en el pensamiento del público, asegúrese de hacerlo en servicio del recurso o la comunidad, no de su ego (mic drop).


Y sí, seguro sabe a qué me refiero: el término interpreganda, cuando la interpretación se convierte en sermón o propaganda. En el mejor caso, simplemente no funciona. En el peor, genera desconfianza y rechazo.


Por eso es esencial preguntarse: ¿Estoy guiando o dictando? ¿Persuadiendo o manipulando?


Reflexión final desde la zona

Usted no es sólo alguien que construye temas o comparte información. Es un provocador del pensamiento, un facilitador del sentido, un curador del contexto.


La Zona de Tolerancia de Sam H. Ham nos recuerda que el éxito no siempre significa que la audiencia vea lo que nosotros vemos, sino que vea algo que realmente le importe.


Así que adelante: diseñe su tema con esmero. Defina su zona con honestidad. Y después... permítase sorprender por lo que la audiencia piense.


Ham, S.H., 2013. Interpretation: Making a Difference on Purpose. Fulcrum Publishing.

Larsen, D., 2003. Meaningful Interpretation. U.S. National Park Service.

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